Las herramientas invisibles que tenemos en el escritorio (y por qué no son magia negra)

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herramientas psicológicas

Hay algo que no se dice lo suficiente sobre el oficio del copy: que no vendemos solo con ideas, sino con estructura mental. Con conocimiento. Con intención.

Y sí, también con una carpeta llena de herramientas psicológicas.


Pero no son armas secretas. Son brújulas. Y aunque nos las enseñaron algunos de los nombres más conocidos de la psicología cognitiva y del marketing conductual, no se usan para manipular. Se usan para ayudar a tomar decisiones más fáciles, más humanas, más naturales.

Los copywriters que escribimos para vender sin convertirnos en gurús de feria, tenemos claro que la persuasión bien entendida no mete presión: alivia el ruido.

¿Y esas herramientas de las que hablo? Están acá. Siempre lo estuvieron

Cada tanto, cuando el texto no convierte o cuando hay que bajar a tierra una idea comercial que se quedó flotando entre el PowerPoint y el Excel, abrimos el cajón donde tenemos una linda caja de herramientas, tales como:

El efecto halo

Lo descubrió Edward Thorndike (1920). Y lo usamos cuando sabemos que una buena primera impresión puede bañar todo lo que sigue. 

Por ejemplo: si Apple te habla, lo escuchás. Aunque venda paños de cocina. El halo no lo da el producto, lo da la marca que construyó confianza sostenida. Un buen copy lo entiende y lo alimenta con coherencia.

La aversión a la pérdida

Gracias, Kahneman y Tversky (1979). Las personas reaccionamos más fuerte a lo que podemos perder que a lo que podríamos ganar. 

¿Nunca escribiste “No te quedes afuera” o “Últimas vacantes”? Si lo hiciste, ya lo estás usando. Pero el truco es hacerlo con honestidad. Si no hay urgencia real, no hay necesidad de inventarla. El lector no es tonto.

Prueba social

¿Funciona? Entonces decilo. En 2024, Spotify mostró a más de 600 millones de usuarios lo que escuchaban otros. Y todos compartimos nuestros “Wrapped”. Eso es prueba social. 

En el copy, mostrar que otros ya eligieron puede ayudar a quienes todavía dudan. Si es real, mostrala. Si no, inventar testimonios es estar más cerca de la estafa que de la estrategia.

Solomon Asch (1951) fue quien reveló esta tendencia a seguir las acciones de otros, especialmente en situaciones de incertidumbre. Mostrar testimonios de clientes o cifras de ventas puede aumentar la confianza en un producto o servicio. 

Sesgo de Confirmación

Esto lo descubrió Peter Wason en los 60, pero vos y yo lo vimos mil veces: la gente busca validación, no contradicción. 

Si ya cree que invertir en su negocio es una buena idea, mostrale casos de otros que lo hicieron y les fue bien. No lo quieras convencer de otra cosa: hacéle espejo. Reforzá su idea, ayudalo a avanzar. 

En copy, esto es oro cuando entendés a quién le estás hablando de verdad.

Efecto de Escasez

Sendhil Mullainathan y Eldar Shafir lo midieron con ciencia. Vos lo ves todos los días en Hot Sale. Si hay poco, vale más. No es solo porque se agote, es porque nos da miedo perderlo. 

¿Querés que funcione? Decí la verdad. Si quedan 10 cupos, decilo. Si hay 24 hs para acceder, mostralo. Pero no uses escasez falsa, porque la confianza no se recompra.

Efecto Anclaje

Este me encanta. Sherif, Taub y Hovland se dieron cuenta de algo clave: el primer precio que vemos nos deja marca.

¿Querés que el pack te parezca barato? Mostrame primero el valor individual de cada módulo.
¿Querés que el plan intermedio parezca el más razonable? Haceme ver que el más caro tiene solo un beneficio más.

Acá el copy brilla cuando estructura. Cuando ordena. Si te animás al análisis profundo de este tema, te recomiendo que leas esto.

Efecto gradiente de objetivo 

Clark Hull lo dijo en 1934, pero parece escrito para los funnels de hoy: cuanto más cerca estamos de lograr algo, más ganas nos da seguir. 

¿Querés que completen una compra o una formación? Mostrales en qué parte del camino están. Poneles un check  donde ya llegaron. 

Este principio explica por qué los medidores de progreso funcionan, y por qué los cursos con «quedan 2 clases» nos enganchan más.

Efecto de mera exposición

Robert Zajonc se dio cuenta de que cuanto más vemos algo, más nos gusta. No es solo repetición: es confianza que se construye de a poquito. ¿Querés que te elijan? Mostrate. Aparecé. Posteá aunque no tenga mil likes. La familiaridad es una forma de cercanía, y esa cercanía vende.

Sesgo de autoridad

Stanley Milgram lo comprobó con bata blanca. Hoy lo ves en publicidades con médicos recomendando cremas y CEOs hablando de liderazgo.

Si la persona que lo dice tiene autoridad —y la construyó, claro— el mensaje tiene más peso. En copy, esto se usa cuando citás fuentes, cuando tu cliente tiene casos de éxito, cuando traés una voz que respalda. No para presumir, sino para tranquilizar.

¿Y por qué importa esto hoy?

Porque hay una diferencia entre escribir para vender y escribir para manipular, entre apurar una decisión y facilitarla, o entre empujar al abismo o poner una baranda clara para que el lector sepa si quiere seguir o no.

Las herramientas están. Son parte del oficio. No las inventamos nosotros, pero las elegimos con criterio.

No hay copywriting sin psicología. Pero tampoco sin ética.


Por eso, si sos de los copy fans del bien, sabés que escribir para convertir no es convencer a toda costa. Es invitar a decidir mejor.

Y cuando lo hacés bien, no solo se vende más. Se duerme mejor también.

Pero fijate vos que eso no es todo.

El Cognitive Bias Codex: un póster, más de 180 atajos mentales y una buena dosis de realidad

Si escribís para vender, este póster te puede cambiar la forma de pensar tu trabajo. El Cognitive Bias Codex es una infografía que reúne más de 180 sesgos cognitivos que afectan cómo percibimos, decidimos, recordamos, y sí: cómo compramos también.

Lo diseñó John Manoogian III basándose en una categorización realizada por Buster Benson, quien organizó la info dispersa de Wikipedia en un sistema visual que explota la cabeza: lo que hacemos para recordar, lo que pasa cuando nos abruman con demasiada info, cómo actuamos cuando hay que decidir en caliente, y qué sentido (o sinsentido) le damos a lo que vemos o leemos.

El Cognitive Bias Codex, diseñado por John Manoogian III, visualiza más de 180 sesgos cognitivos organizados según cómo afectan nuestras decisiones, recuerdos y percepciones. Una guía visual imprescindible para quienes escriben, diseñan o comunican con intención.

Nuestro cerebro toma atajos todo el tiempo, y si escribís copy sin tener en cuenta eso, estás hablando en chino a una mente que piensa en emojis.

El Codex no es solo lindo. Es útil.


Te muestra en un golpe de vista lo sesgados que estamos todos.


Ahora bien, cómo podés escribir textos que conecten mejor si entendés qué botones apretar sin pasarte de rosca.

¿Te dedicás a escribir para vender, a diseñar experiencias o a crear contenido que convierta? Tenelo cerca. Es como el GPS para no perderte entre los impulsos del lector y la intención del mensaje.

De hecho, este mapa me recuerda que no escribimos para robots lógicos, sino para personas llenas de ruido mental, urgencias, emociones y contradicciones.

Y cuanto más entendés eso, más potente se vuelve tu copy.