Esto es lo que tenés que saber si estás buscando trabajo

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busca trabajo como redactor

Buscar trabajo es un trabajo en sí mismo, y porque sé que no es fácil encontrar, genera muchas frustraciones y puede costarnos, incluso, más de lo que invertirse en nuestra formación, hoy voy a dedicar un espacio del Blog del Copy Fan para escribirles a quienes escriben, sea literatura, publicidad, blogs, periodismo o lo que sea que escriban. A vos te digo: Sí, podés vivir de escribir, salvo que te rindas en el intento.

¿Dije que no era fácil encontrar trabajo? Bueno, lo repito, porque tiene que quedarte claro que estás emprendiendo un camino largo, frustrante y con muchos vericuetos de esos que hacen que dejes de entender si es una oportunidad, un empleo, un negocio o qué. 

Es que, sépanlo, escribimos y nuestra capacidad vale oro. Como muchos lo saben y lo necesitan, buscarán pagar menos, canjear el pago por productos o por capacitaciones, incluso, por promesas que jamás se cumplirán.

Te voy a contar mi experiencia por medio de ejemplos, y ahí ves si te sirven o no los consejos:

El falso «beneficio» de los contactos

A ver, no nos mintamos: el networking es clave, pero ¡ojo! No todo lo que brilla es oro. Esto que te voy a contar te va a sonar, seguro: Contactos superrecomendados me dijeron: “¡Che, tengo un cliente que te va a venir genial! Pero no puede pagar mucho, ¿te sirve?”. Y ahí estás vos, con las cuentas apretando y el síndrome del «por algo se empieza»

Error. Si te acostumbrás a aceptar poco, te van a seguir ofreciendo migajas. ¿Mi consejo? Valorá tu tiempo y lo que escribís. Si no pagan lo que vale, es un no rotundo.

Antes de aceptar un trabajo, preguntate: “¿Esto me acerca o me aleja de la carrera que quiero construir?”. Si la respuesta es que te aleja, agradecé y pasá de largo.

El síndrome del «te pagamos con visibilidad»

Si me dieran un dólar cada vez que me ofrecieron «visibilidad» en lugar de plata, tendría… no sé, ¿un par de latas de cerveza? ¡No, mentira! Pero la verdad es que en este mundo digital hay quienes piensan que tu talento se paga con likes o con promesas de “¡vas a conseguir muchos seguidores!”. 

Mis cielas, el supermercado no acepta seguidores como forma de pago.

Si alguien te ofrece “pago en visibilidad”, negociá que, además, haya un contrato a futuro por algo real. Y si no, ¡adiós muy buenas! Quizás sea mejor que empieces a trabajar en tu marca personal y puedas crear tu propia estrategia de marketing de contenidos. ¿Cómo? Te lo cuento en detalle, vos anotá.

Los proyectos que nunca se concretan

Este es otro clásico. Te contactan con un proyecto superinteresante, una idea revolucionaria que parece que te va a cambiar la vida. Y entonces, ¡pum!, te piden que escribas un par de textos “para mostrar cómo trabajaríamos”. 

Ahí te ves, entusiasta, invirtiendo tiempo y energía. Pero, ¿qué pasa después? El proyecto se enfría, desaparecen o de repente el cliente tiene “otros planes”. Y vos, claro, te quedás sin trabajo y sin haber cobrado.

¡Lección aprendida! Nunca trabajes sin antes haber cerrado un acuerdo claro. Pedí un adelanto o, al menos, tené un contrato por escrito que te cubra si el proyecto se cae. ¡Protegete!

Igualmente, no todo es dinerillo, mi ciela. Que esto te sirva para darte cuenta de que le pusiste una pila de energía a un proyecto, cuando podrías crear tu propio caso de éxito. Aprendé a hacerlo porque lo necesitás.

El momento de cobrar lo justo

Otra situación típica: cuando finalmente conseguís ese cliente, viene la parte difícil de negociar el precio. Te va a pasar que algunos te digan: “¡Uy, me encanta tu trabajo, pero se me va del presupuesto!”. Tranqui, no desesperes. Siempre hay formas de negociar sin rebajarte. ¿Cómo? Ofreciendo menos servicios por ese monto.

Por ejemplo, si te dicen que no pueden pagar por un paquete completo de 10 artículos, deciles: “Bueno, por ese precio te puedo hacer 5 artículos y revisiones mínimas”. De esta manera, mantenés tu valor, y no das más de lo que te están pagando. También podés aprender a crear tu propuesta única de valor y ponerla sobre la mesa al momento de negociar.

Tip clave: Si no querés negociar, también está bien. Tené claro que siempre habrá otro cliente que valore lo que hacés. Y sí, a veces hay que dejar pasar algunos trabajos para que lleguen los buenos.

El lado B: la capacitación constante

Nunca dejes de aprender y no te duermas en los laureles. Aunque tengas experiencia, siempre hay algo nuevo por descubrir: nuevas herramientas, tendencias o cambios en los algoritmos. Eso sí, cuidado con caer en la trampa de “me formo eternamente y nunca me animo a empezar”.

Pro tip: Buscá capacitaciones que te sirvan de verdad, pero no te quedes solo en aprender. Poné en práctica lo que ya sabés. Los clientes valoran mucho más lo que hacés que todos los títulos colgados en la pared.

Te dejo por aquí otra entrada de mi blog que te vendrá bien leer: https://tanitamiguel.com.ar/ejercicios-para-copywriters-independientes

La resiliencia es tu mejor amiga

Vas a recibir rechazos, vas a sentir que no llegás y que es imposible vivir de esto. Pero acá te va mi consejo final: no te rindas. La constancia y la resiliencia son claves. Si realmente amás escribir, hay lugar para vos en este mundo. Pero vas a tener que pelearla, como todo en la vida.

¿En dónde está el trabajo de mi vida? ¿LinkedIn, Workana o dónde? 

Si bien es cierto que algunas plataformas pueden hacer que la búsqueda sea más ágil, la realidad es que al mismo tiempo genera mucha ansiedad, se convierten en una buena excusa para perder el tiempo, sobre todo para quienes suelen procrastinar, y -debo decirlo- son un negocio en sí mismo.

Dicen que mientras más tiempo durás ahí paveando, o pagues suscripciones para mostrar tu perfil, mayores posibilidades tendrás de que te vean y… ¿te contraten…? Bancá, esto no es tan así; no se enoje señor LinkedIn o señora Workana. Lo digo yo que en un momento logré dos reuniones semanales para perfilar solo con acciones orgánicas en LinkedIn. Nada de venta en frío. Nada de InMail. Nada premium.

LinkedIn, Workana, o los clasificados del diario, no tienen que ser tu única opción. Si lo es, vas por mal camino. Diversificá lugares y metodologías. Mi mejor consejo para esto es -y voy a ser muy redundante- que te pongas a escribir y demuestres lo que sabés hacer. Si ves a uno en LinkedIn al que le podés mejorar el perfil, mandate con una propuesta concreta, directa y valiosa (tu propuesta única de valor), ídem si lo ves en Instagram o TikTok y sentís que la podés romper ahí.

Si pasás por un negocio y la vidriera te grita que necesitan mejorar su comunicación. ¡No enloqueciste! Metete y preguntá: ¿Con quién puedo hablar? Tengo algo para ofrecerles. 

Ah, pero escribís literatura y decís que nadie compraría tu historia. Estás en lo cierto, y es que todavía no la escribiste. 

¡Movete! Para escribir tenés que sentarte -tal vez- pero para que te paguen por escribir tenés que estar en movimiento. 

Diez claves para que puedas vivir de escribir, cortitas y al pie

  1. Valorate: No regales, no rebajes y  no te subestimes.
  2. Hablá de vos como querés que otros hablen de tu trabajo: Y hacelo sin vueltas. Leete esto sobre cómo crear un buen elevator pitch.
  3. Revertí el efecto procrastinador: Acá te cuento cómo lo hice yo.
  4. No todo es online, ni todo es presencial; salí de la caja: Te van a decir que esto o el otro es más oportuno para tus conocimientos. ¡Qué tal si te animás a romperla en cualquier espacio! Acá te van consejos para el networking online.
  5. Anichate: Descubrí qué tema, área, vertical o industria manejás como Colapinto en la Fórmula 1 y empezá a escribir en blogs colaborativos o en tus redes sociales. 
  6. Mostrale al mundo lo que sabés hacer y asegurate de que determinadas personas te vean: Escribí en blogs y enviá tus contenidos por email o WhatsApp. Animate.
  7. Rentabilizá tu tiempo: Después de valorarte como Dios manda, ponele un valor real a tu hora de trabajo y cobralo. Sin repetir, sin soplar y sin dudar.
  8. Persuadí a las personas correctas: No pierdas el tiempo con meter codazo con colegas (es un mundo competitivo y pequeño).
  9. Sé tan humilde hasta que te envidien: Nunca, pero nunca, así hayas llegado a la cima de tus objetivos, mires desde lo alto, siempre a la par de tus colegas. Por debajo y arriba, están quienes nunca trabajarán con vos. Dejalos ahí tranquilos.
  10. Aprendé del error: Puede que salga mal, dijo Tusam. Lo estás intentando y aunque tengas la vaca atada, puede salir mal.

Así que, Copy Fan, ahora que sabés lo que tenés por delante, andá y dale con todo. ¿Te van a frustrar? Sí. ¿Vas a dudar? Seguro. ¿Vale la pena? Absolutamente. Si esto es lo que amás, no hay mejor recompensa que poder vivir de tu pasión. ¡No te rindas!

Espero que mis consejos te sirvan para evitar algunos de los tropiezos y que te impulsen a seguir buscando y peleando por lo que querés. Lo que aquí te compartí es, en realidad, una recopilación de quienes me ayudaron a mí a llegar al lugar que hoy tengo. ¿Puedo más? Seguro. ¿Quiero más? Siempre. ¿Estoy donde quiero estar ahora? Sí, absolutamente.

¿Querés contarme alguna historia parecida o compartir algún tip que te sirvió? Escribime a hablemos@tanitamiguel.com.ar para compartir tu experiencia o para solicitar agenda si querés que te acompañe como mentora.


Ah, una cosa más, ¿ya estás con varios prospectos por delante? Aprendé a armar presupuestos efectivos acá.

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